He aceptado la belleza como aire que entra en mis pulmones, he elegido venir ha este mundo, y comunicarme por medio de mi trabajo en imagenes. Ahora la contemplación me seduce, con los ojos cerrados puedo ver fotografías, pinturas e imágenes en movimiento, y el viento sopla mientras pedaleo mi bicicleta. Más que nunca me siento llena de vida. De amor por la vida.